
La vida es una selva oscura con un centro lleno de verdes pasto de conocimiento y de claros días soleados, donde el conocimiento no es un libro abierto de formulas hipocráticas si no la lucha misma de la vida contra la vida, de los golpes duros que enseñan el reflejo de la realidad y de la experiencia, dándole paso a los obstáculos del camino dadivoso, de los peldaños que agoran la llegada del verdadero conocimiento del éxito.
A los hombre no se le enseña a vivir la vida en las grandes universidades del conocimiento intelectual donde la competencia o el ideal común no es mas que la teoría poco profunda de lo que es la jungla de asfalto y de materiales inertes, es ahí donde hay una enorme energía colapsada, no de formulas ni de ecuaciones si no de vivencias que afín y alcazo no son mas que los golpes de la vida que te cortan, te sangran, te hieren, te cicatrizan y al final terminan por madurarte.
En la escuela de la vida las lagrimas no son de dolor simplemente no hay que prestarles atención. Tal cual como el maestro de construcción que nunca entro a una universidad, y que no necesita un plano para construir un castillo de cuentos de hadas con una esclarea al cielo por que para èl, el conocimiento no se plasma en un papel si no que simplemente se guarda en una caja fuerte llena de recuerdos y en la cual la llave para abrirla, son la experiencia de la vida. Son historias que habitan en su cabeza, solo basta con visualizar su tesoro para realizar lo inimaginable.
En un mundo talentoso los verdaderos sueños se dan en la escuela de la vida, cuyos carpinteros transforman esos sueños en obras de arte.
Mi padre decía ¨En la vida existen dos tipos de personas, los que aprenden de los golpes, obstáculos y los que no conocen los errores, los golpes y los obstáculos ¨
Por : EOBINSON GUERRERO SEGURA
Correo: michinque@hotmail.com
A los hombre no se le enseña a vivir la vida en las grandes universidades del conocimiento intelectual donde la competencia o el ideal común no es mas que la teoría poco profunda de lo que es la jungla de asfalto y de materiales inertes, es ahí donde hay una enorme energía colapsada, no de formulas ni de ecuaciones si no de vivencias que afín y alcazo no son mas que los golpes de la vida que te cortan, te sangran, te hieren, te cicatrizan y al final terminan por madurarte.
En la escuela de la vida las lagrimas no son de dolor simplemente no hay que prestarles atención. Tal cual como el maestro de construcción que nunca entro a una universidad, y que no necesita un plano para construir un castillo de cuentos de hadas con una esclarea al cielo por que para èl, el conocimiento no se plasma en un papel si no que simplemente se guarda en una caja fuerte llena de recuerdos y en la cual la llave para abrirla, son la experiencia de la vida. Son historias que habitan en su cabeza, solo basta con visualizar su tesoro para realizar lo inimaginable.
En un mundo talentoso los verdaderos sueños se dan en la escuela de la vida, cuyos carpinteros transforman esos sueños en obras de arte.
Mi padre decía ¨En la vida existen dos tipos de personas, los que aprenden de los golpes, obstáculos y los que no conocen los errores, los golpes y los obstáculos ¨
Por : EOBINSON GUERRERO SEGURA
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